
Escrito por D. Carter para News by Redstone.
Tesla ha sido durante años considerada “pionera” en la conducción autónoma, marcando hitos tecnológicos que comenzaron con un sistema básico de asistencia y, con el tiempo, evolucionaron hacia la promesa de un futuro sin conductor. Sin embargo, la última apuesta tecnológica, el Hardware 4 (HW4), no ha cumplido del todo con las expectativas y ha generado preocupación entre propietarios y expertos. En este artículo, repasamos la evolución del hardware de Tesla, desde sus inicios con el HW1 hasta los actuales desafíos reconocidos en el HW4, y analizamos si es momento de que la compañía dé un giro decisivo.

El Comienzo: HW1 y la Introducción de la Conducción Asistida
En 2014, Tesla revolucionó la industria con la presentación del Hardware 1 (HW1). Este sistema, que integraba una cámara frontal, radar y sensores ultrasónicos, permitió por primera vez funciones básicas como el mantenimiento de carril y el control de crucero adaptativo. Aunque modesto en comparación con lo que vendría, el HW1 fue el punto de partida de la transformación digital en la conducción, llevando al mercado la idea de que la tecnología podía, en un futuro, asumir roles cada vez más complejos en la operación del vehículo.
La Evolución Acelerada: HW2 y HW2.5
El salto al Hardware 2 (HW2) en 2016 supuso la expansión de la capacidad tecnológica de los vehículos Tesla. Con la incorporación de hasta ocho cámaras distribuidas estratégicamente, un radar rediseñado y sensores ultrasónicos mejorados, el HW2 permitió aumentar la precisión y variedad de funciones de asistencia al conductor. Entre 2017 y 2019, Tesla implementó una versión intermedia, el HW2.5, que afinó tanto la calibración de los sensores como su posicionamiento. Esta evolución consolidó la base para el desarrollo futuro de sistemas más avanzados y preparó el terreno para la siguiente gran innovación.

El Gran Salto: HW3 y la Promesa del Full Self-Driving
El año 2019 marcó un punto de inflexión con la introducción del Hardware 3 (HW3), conocido internamente como la “computadora FSD” o Full Self-Driving. Diseñado con un chip propio — que supuestamente ofrecía hasta diez veces la capacidad de procesamiento de sus predecesores — el HW3 se planteó como el vehículo ideal para ejecutar algoritmos de inteligencia artificial en tiempo real. Sin embargo, a pesar de esta potencia, la experiencia en carretera dejó al descubierto que el software aún no lograba extraer su máximo rendimiento, mostrando una discrepancia importante entre la promesa del FSD y la práctica diaria.
HW4: La Nueva Generación en Medio de Controversias Técnicas
El HW4 fue anunciado como el avance definitivo hacia la conducción autónoma completa, con una integración más sofisticada de sensores, mayor potencia y algoritmos aún más complejos. La expectativa era alta: un Autopilot casi sin intervención humana. Sin embargo, en su despliegue se han identificado problemas críticos:
- Defectos de Fabricación y Cortocircuitos: Informes iniciales indican que algunos lotes de HW4 han presentado fallas en la soldadura y ensamblaje de componentes, ocasionando cortocircuitos y sobrecalentamiento. Estos defectos afectan directamente elementos esenciales del sistema, como las cámaras, el GPS y las interfaces digitales.
- Inconsistencia en el Rendimiento: Aun contando con mayor poder de cómputo, el HW4 no ha logrado funcionar de manera estable en condiciones reales, lo que ha provocado que las funciones avanzadas del Autopilot fallen en situaciones críticas, obligando a la intervención manual del conductor.
- La Brecha entre Promesa y Realidad: A pesar de las reiteradas actualizaciones de software destinadas a mitigar estas fallas, la diferencia entre lo anunciado — un sistema que habilitaría el Full Self-Driving de forma casi total — y la experiencia vivida por los propietarios es cada vez más evidente.

¿Es Necesario un Reemplazo Masivo?
Ante el escenario actual, la pregunta clave es si Tesla debe llevar a cabo un reemplazo masivo del HW4 defectuoso. Entre las propuestas analizadas se encuentran:
- Diagnóstico Personalizado: Implementar un sistema para que cada propietario pueda verificar si su vehículo está afectado por las deficiencias del HW4 o cuenta con una unidad sin problemas.
- Cronograma de Reemplazo y Logística Eficiente: Establecer centros de servicio estratégicos y un plan de acción claro para la sustitución del hardware defectuoso.
- Actualizaciones de Software Provisionales: Aplicar parches temporales que aseguren, al menos, la estabilidad del sistema mientras se lleva a cabo el cambio físico.
Estas medidas, aunque complejas, tardadas y costosas, no solo buscarían restaurar la confianza de los usuarios (muy necesario gracias a las locuras de Elon), sino que además ayudarían a Tesla a evitar disputas legales (como una demanda colectiva) y a cumplir con normativas cada vez más estrictas en materia de seguridad vial.
El camino recorrido por Tesla en el ámbito de la conducción autónoma ha sido espectacular y disruptivo. Desde el modesto HW1 hasta el ambicioso HW4, la compañía ha roto barreras y desafiado lo convencional. No obstante, los desafíos actuales del HW4 evidencian que la carrera hacia la autonomía total está todavía lejos de ser perfecta. La decisión de actualizar o reemplazar este hardware defectuoso se perfila como fundamental para la credibilidad de Tesla y para el futuro del Autopilot. Solo mediante un compromiso real con la calidad y la seguridad se podrá garantizar que la revolución tecnológica en la movilidad se materialice en soluciones confiables y efectivas para todos los conductores.
Fuentes: Tesla Corporate, Reuters, MotorTrend, Wired.