
Por A. Steelman — 12 de abril de 2025 para News by Redstone.
La reciente decisión de la administración de Donald Trump de eximir ciertos dispositivos electrónicos de los aranceles recíprocos es un paso en la dirección correcta, pero no deja de ser un parche temporal en una estrategia comercial que ha demostrado ser profundamente divisiva y, en muchos casos, contraproducente. Mientras tanto, China, a pesar de ser el principal blanco de estas políticas, ha demostrado una notable resiliencia y un enfoque estratégico que podría redefinir el comercio global.
Contexto: Una Guerra Comercial Mal Calculada
Desde el inicio de la guerra comercial, la administración Trump ha justificado los aranceles como una herramienta para corregir lo que considera prácticas comerciales desleales por parte de China. Sin embargo, estas medidas han tenido un impacto limitado en la economía china, que ha sabido adaptarse y diversificar sus mercados. En cambio, los efectos negativos han recaído principalmente en las empresas y consumidores estadounidenses, que enfrentan precios más altos y cadenas de suministro interrumpidas.
China, por su parte, ha respondido con firmeza, implementando contramedidas que no solo protegen sus intereses, sino que también refuerzan su posición como un actor clave en el comercio internacional. En lugar de ceder a la presión, el gigante asiático ha intensificado sus esfuerzos por fortalecer alianzas comerciales con otros países, demostrando que el unilateralismo estadounidense no es la única vía.
Los Productos Exentos: Un Reconocimiento Implícito
La exención de aranceles a dispositivos como teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y chips semiconductores es un reconocimiento tácito de que la estrategia arancelaria de Trump no es sostenible. Estos productos, esenciales para la economía digital, dependen en gran medida de cadenas de suministro globales, muchas de las cuales tienen su epicentro en China. Pretender trasladar su producción a Estados Unidos no solo es inviable a corto plazo, sino que también ignora la realidad de un mercado global interconectado.
Crítica a los Aranceles: Una Estrategia Fallida
Los aranceles impuestos por la administración Trump han sido ampliamente criticados por economistas y líderes empresariales. En lugar de fomentar la inversión y el empleo en Estados Unidos, han generado incertidumbre y volatilidad en los mercados. Además, han alienado a aliados tradicionales y han fortalecido la percepción de que Estados Unidos está adoptando un enfoque aislacionista.
China, en contraste, ha utilizado esta oportunidad para posicionarse como un defensor del comercio multilateral y del respeto a las normas internacionales. Su respuesta, aunque firme, ha sido estratégica, buscando minimizar el impacto en su economía mientras refuerza su imagen como un socio confiable en el escenario global.
Conclusión: Un Llamado a la Cooperación
La exención de aranceles es un pequeño paso hacia la corrección de una política comercial que ha causado más daño que beneficio. Sin embargo, para que esta medida tenga un impacto duradero, es necesario un cambio de enfoque. En lugar de perpetuar una guerra comercial que perjudica a ambas partes, Estados Unidos debería buscar un diálogo constructivo con China, basado en el respeto mutuo y en la cooperación.
China ha demostrado que es posible prosperar incluso en un entorno adverso, y su enfoque estratégico debería servir como un recordatorio de que el comercio global no es un juego de suma cero. La verdadera solución a los desafíos económicos actuales radica en la colaboración, no en la confrontación.
Fuentes: TV Azteca; Reuters; Dinero en Imagen; El Informador; Debate.